Las calles comienzan a vaciarse a medida que se acerca la noche. Cuando los edificios de oficinas cierran sus puertas, los clubes abren las suyas, tanto en sitios públicos como en otros ocultos a la vista. En el centro de Arkham, el Teatro Ward está bien iluminado y con el aforo completo. Sin embargo, las calles circundantes están espectralmente silenciosas. El único signo de vida son los quedos pasos de los callejones cercanos, y un frío viento silba en el aire. Puede que haya acabado la jornada laboral, pero vuestro trabajo está lejos de terminar. Las figuras que caminan calle abajo comienzan a llenaros de una sensación de temor en lugar de reconfortaros.