-¡Un momento! ¿Vengan a ver esto! -grita uno de los demás miembros del equipo mientras avanzas a duras penas por la nieve. Regresas para examinar lo que ha encontrado: un segundo rastro de huellas, pero más pequeñas y deformes de modo casi imposible.
-¿Qué demonios podría haber dejado estas huellas? -pregunta otro miembro del grupo. Estáis perplejos. En estos páramos helados apenas existe fauna, y estas huellas no se parecen a nada que hayas visto antes. Ni siquiera a nada que puedas imaginar.
No tenéis que preguntaros durante mucho tiempo qué ha podido dejar esas huellas. Una forma surge de la nieve, retorcida y deforme como una mancha de tinta derramada sobre el lienzo de la realidad. Emite un extraño grito cadi familiar que el aullante viento tapa parcialmente: "¡-li! ¡-li!" A continuación, se lanza hacia vosotros con una velocidad aterradora.