Tras mostrarles la fotografía de Amaranth a varios lugareños, te dirigen hacia los exuberantes jardines del Palacio de la Bahía. Te aproximas con cautela y encuentras a la mujer de la flor roja en el borde de un círculo ritual, con velas encendidas a cada lado y resplandecientes ofrendas en torno a un cadáver situado en un altar que está en el centro. Flanqueado el cadáver, dos guerreros muertos yacen en el suelo, ataviados con bellos ropajes antiguos.
-Muy pronto, amor mío -dice Amaranth acariciando la mejilla del cadáver mientras la flor de su pelo se abre. Unas enredaderas tenebrosas brotan en círculo y avanzan por el jardín. Las enredaderas negras resplandecen con una siniestra luz verde, bebiéndose la vida a su alrededor, y la vegetación se marchita al tocarlas.
-Parece que tenemos visita -se burla Amaranth.